El aspecto psicológico es uno de los problemas más delicados que enfrentan quienes sufren de pérdida parcial o total del cabello.
A menudo el cambio de apariencia no es aceptado por el sujeto, provocando un descenso de la autoestima hasta fenómenos más importantes como la ansiedad, la depresión social y la fobia.
Quienes sufren una pérdida repentina sufren más trauma que quienes tienen tiempo para acostumbrarse paulatinamente a su nueva imagen y quienes son más jóvenes muchas veces se perciben menos bellos, mayores y menos viriles y atractivos.
Los principales casos en los que el tratamiento puede aportar importantes mejoras estéticas son los siguientes:
Calvicie en general
Alopecia androgenética
Alopecia areata
Alopecia universal
Tracción o alopecia traumática
Refuerzo de las zonas trasplantadas
Cicatrices, traumatismos y cirugía de autotrasplantes
Pèrdida del cabello en general
La tricopigmentación, por otro lado, no se recomienda en absoluto si el sujeto sufre de:
Soriasis
Eczema
Tiña
Lunares o melanomas
Verrugas
Cloasma
Reacción a los pigmentos.
En los casos en los que, en cambio, se puede proceder con el tratamiento, se puede obtener una solución permanente o semipermanente, una densidad folicular máxima con efecto de cabello rasado, una densidad folicular máxima en cabello corto, mediano, largo y sin mantenimiento diario.
Si lo realiza un profesional, los resultados serán naturales y ayudarán a proporcionar al cliente una mayor confianza en sí mismo.
Clinita realiza cursos de formación avanzada en tricopigmentación con el maestro Emiliano Rossi, quien contribuyó a crear una línea específica de pigmentos para la micropigmentación tricológica.